martes, 2 de agosto de 2011

Es duro.

Es duro levantarse un día y ver que aquella persona que te quiso tantísimo por primera vez ya no te quiere. Es duro, que tú no la quisiste y ahora ya no eres más que una persona más.

Es duro dejar de ser la princesita importante. Es duro.
Pero no me duele, no me molesta...me entristece algo que, hasta para esa persona para la que fui tanto ya no soy nada. Me duele que no la quise, me duele que no vi lo especial que es.
No la quiero, no estoy enamorada de ella, ni mucho menos. Ahora sigue siendo mi amiga.

Pero pienso. Pienso en todo lo que conlleva este devenir de sentimientos. Yo la dejé, ella me quería y ahora ella rehace su vida antes que yo; que yo lo intenté! Lo juro! Pero nunca salió bien. ¿Soy demasiado exigente conmigo misma o con los demás? ¿Qué busco, qué quiero, qué deseo...? No lo sé ni yo. No sé qué espero de los demás...lo único que sé es que sábado tras sábado una chica se cruza delante de mí, me da dos besos y habla conmigo y es el momento más feliz de toda la noche...
Sólo sé que ese momento es el que mejor recuerdo de todo lo que pudiese ocurrir. Sólo sé que esa chica de ojos marrones, y amplia sonrisa constante se acerca a mí y hace del mundo un lugar mejor. Y me da igual decir que es la estrella que más brilla en mi cielo, pues sé que jamás leerá esta entrada...
Me da igual decir que desde el primer momento que la vi me robó el sueño y la conciencia de saber que pasaba el tiempo...jamás me di cuenta de que el reloj seguía su camino cuando ella estaba cerca. No se podrá imaginar jamás la de veces que exprimí mi don pensando en ella, la de veces que la hice protagonista de las entradas de este y otro blog.

Pero yo misma no puedo, no soy capaz. Sólo puedo sonreírle e intentar hacerla reír ¿por qué? Porque sé que jamás sentirá lo mismo por mí y me pierdo en mí misma intentando buscar la razón de por qué te me apareciste delante de mis ojos, bailaste con las estrellas de mi cielo, dejaste mi pedacito de universo totalmente desordenado y ahora, me dejas mirarte a los ojos.

Yo quiero perderme en esos ojos, en tu espiral de palabras, perderme en tus brazos la noche entera, hacer desaparecer al mundo con un beso...pero, sobre todo, lo que más deseo hacer contigo...es admirar a ese astro nocturno del cual estoy enamorada. Ese astro que mes tras mes me deja admirarla en toda su grandeza iluminando desde lo alto del cielo, con su luz plateada y el susurro del mar, de fondo.
Me muero por verla en tus ojos reflejada, por que tu sonrisa ilumine tanto como ella...me muero por tenerte.

Tan sólo diré una última cosa, en concepto de confesión. Cada vez que me mires...yo por dentro gritaré que quiero conocerte, que quiero saber qué te apena y qué te alegra. Que quiero conocerte...simplemente eso, cuando te mire a los ojos y sonría, es porque tu única presencia hace de la noche, una noche única. No te olvides...aunque no me leas, no te olvides.

Yo mientras, le seguiré pidiendo a las estrellas que se nos crucen los caminos...

sábado, 2 de julio de 2011

Hoy.

Me desperté abrazada al vacío de una habitación oscura. Las paredes lloraban sangre a cada latido de mi corazón. Sollozaba en mi alma suspiros olvidados por un alma rota. El dolor se apoderaba del miedo y me perdía en una oscuridad brillante cual fulgor apagado.

Buscando tu ser en este mundo inservible he encontrado el anhelo de un abrazo en la mañana del domingo.
¿Tus besos? Un susurro de lo que fueron, amor mío.
Tus caricias, el reflejo de tu adiós, furtivo, como tus miradas a escondidas.

Mas el viento que mece mi pelo me trae retales de tu olor que se clavan e mi memoria como clavos ardientes sobre mi pecho.

Tú, mi vida, mi amada, ¿me has declarado tu amor de verdad? ¿Me has hecho hundirme en el más pegajoso de los fangos por poseer tu amor sin tenderme la mano para nada? Dime, ¿qué ocultas tras tu eterno deseo que me escondes tras tu máscara?

miércoles, 1 de junio de 2011

Lux Aeterna

Hoy os rescato un texto que, para mí, es mi preferido. Más que nada por su carga emotiva.
Lo escribí poco después de que mi abuelo muriera, hace ya un par de años y todo fue por la obra de Clint Mansell 'Lux Aeterna'.
Empecé a escucharla, no recuerdo por qué, pero poco a poco las palabras fluían solas y me deshice de toda atadura humana y me dejé llevar por la escritura. Hoy os lo traigo con mucho cariño, con mucho amor y sobre todo con mucho recuerdo para mi abuelo pues lo amaba por encima de todas las cosas y se marchó. Allá donde esté en el cielo nocturno iluminándome con su estrella, sé que se sentirá orgulloso de que lo siga queriendo.

Otro dato (y el último ya, lo prometo) es que, yo, de pequeña cuando iba a catequesis digamos que no me creía mucho eso del cielo y el infierno, más que nada porque decía 'Si los astronautas salen de la tierra, ¿por qué no han visto a Dios?' y así que me inventé mi propio por qué dado que nadie me daba una respuesta; ese por qué fue que al principio el cielo era oscuro y tenebroso, pero cuando los seres humanos aparecieron y morían, sus almas ascendían hasta el cielo, convirtiéndose en estrellas...quizás sea algo estúpido, pero me gusta creer que todos tenemos nuestro pequeño hueco en el universo. De ahí mi obsesión con la luna y las estrellas.
Por eso sé que, mi abuelo, desde su estrella me mirará y se enorgullecerá de este texto que le escribí. Espero que lo disfrutéis.


LUX AETERNA.
En una noche oscura, caminaba un espíritu perdido por mitad de un bosque sombrío. Vagaba entre los árboles, los rastrojos, las zarzas arañando los vestigios de lo que un día fue, un ser humano.
Con cara de terror se abría paso en la espesa niebla que cubría la tierra, dando lugar a pequeños remolinos que se cerraban en sus tobillos intentando agarrarlo y detenerlo en su marcha a los infiernos más oscuros de la tierra. Giró en una roca, subió una colina, esquivó un conejo, sufrió un leve vuelo por encima de un riachuelo y llegó a lo más alto de la más alta montaña, en donde pudo ver el cielo nocturno en su máximo esplendor, y, mirando hacia el horizonte, dijo en un susurro: 'Lux Aeterna' y su cuerpo transparente se convirtió en una bola de luz incandescente que cegó todo el valle. Entonces, se convirtió en estrella..


PD: Recomiendo que lo leáis mientras escucháis la canción =)

domingo, 15 de mayo de 2011

Carta


Os traigo en primicia, pequeños románticos, el trabajo que he de entregar para la asignatura de Estética de la Modernidad. Consistía en una excursión que hicimos a un faro que hay por estos lares, pasamos el día allí, caminamos mucho, tanto por el camino marcado como montaña arriba y montaña abajo. Pero no contenta con aquella excursión, dado que fuimos una clase de sesenta personas y había demasiada gente y yo ya había visitado aquel lugar, a esa hora, muchas veces; así que, dos compañeras y yo nos aventuramos a ir en una noche de luna llena, caminamos hasta el faro, y nos quedamos hasta que la Luna hizo su aparición (la foto es de esa noche). Así que aproveché aquel momento, aquel sentimiento, aquel lugar, el viento, la luna amarilla, la soledad, el viento, el mar, las olas, el olor...todo...y lo volqué en algo, que para mi gusto es romántico. Quizás trágico, pero qué en este mundo no lo es. Espero que os guste (y a mi profesora también!)

"Querida Amada:
He recordado el salitre del mar que embadurnaba nuestra piel. Aquel salitre que volaba de las olas que, furiosas, chocaban en aquel acantilado cerca del faro.
Lo he recordado porque aquel día nuestros besos eran salados, amargos como nuestro final. Un final que no pude predecir, un final en el que, con tus propias manos arrancaste el corazón de mi pecho y lo tiraste a las furiosas olas que erosionaban las rocas. Allí quedó aquella pequeña mancha rojiza diluyéndose poco a poco entre la espuma.

Mas la sed de mis labios por tu besos no cesa en el intento de materializar tu recuerdo, ése en el que nos besamos por primera vez y tú, vergonzosa como siempre, no me miraste a los ojos, simplemente sonreíste y a la luna, testigo de nuestras escapadas, le regalaste la más bella de tus miradas.
Maldita, maldita luna, ella causó tu distancia. Estabas enamorada más de ella que de mí. A ella le regalabas palabras que a mí solo me contabas; a aquel astro nocturno le regalaste tus miradas, sonrisas y suspiros. Yo me quedé con la parte carnal, y a veces ni eso, porque sé que después de hacernos el amor y descansar abrazadas tú te dormías mirándola a ella por el cristal de la ventana.

Tantas noches he sufrido en silencio tu distancia que ya no sabía si era cierto o era parte de mi locura de enamorada, pero veo que no, que tu corazón no era capaz de latir por las dos y aquí me tienes, latiendo y llorando por ti en este faro, que atesora parte de nuestra vida juntas. Faro en el que hemos vivido tantos amaneceres; en el que te dije que te amaba por primera vez. Pero cada minuto que pasábamos aquí me traicionabas con tus miradas furtivas a la luna.

Las gotas de lluvia caen sobre mí, sobre el papel, recorren mi pelo y mi cara, mezclándose con mis lágrimas.
Los truenos retumban en mis oídos y los relámpagos iluminan mi escritura. Pero por encima de todo oigo tu risa, tus susurros, tus orgasmos, tus palabras, todo lo que me diste y ahora sólo me queda en el recuerdo. Un triste y vago recuerdo que me perseguiré el resto de la eternidad.
Tú, mi vida, mi alma, mi resplandor de luz; ¿qué has hecho de mí que no queda más que un amasijo de carne y lágrimas?
Mi interior se desgarra en sangre y entrañas al pensar que te he perdido para siempre jamás. Lo he dado todo por ti, todo lo que tengo te lo he regalado, tú, en tu trono de plata, ¿qué me has devuelto? Un adiós. Un adiós eterno que mi corazón no ha soportado. Un adiós que me ha provocado un vacío interno, sintiendo mi cuerpo más ligero, haciendo que me sienta capaz de volar por esta noche estrellada. ¿Probamos? ¿Probamos a ver si tu abandono me ha dado la capacidad de volar? ¡LA LIBERTAD! Libertad es lo que siento, pero también temor, horror y sobre todo, dolor...
Me provocas dolor, daño, pánico. Eres mi más dulce sueño y mi más horrible pesadilla. Pero te amo. Te amo como nunca he amado a nadie, como jamás amaré a nadie y sólo tú eres la dueña de ese amor. Pero no lo quieres. Lo odias. Lo abandonas. Lo humillas y lo destruyes tan fácilmente como si partieses un palillo en dos. ¿Te has divertido mofándote de mí? ¿Diciéndome que me querías cuando no era así? Yo sí me he divertido llorando hasta quedarme dormida, recordándote en mi habitación vacía o guardando nuestros recuerdos en una caja.

Te odio, pero te amo. Te olvido de día y te recuerdo de noche. Me río de ti, pero sobre todo, lloro por ti.
Sentimientos opuestos encontrados en mi alma, que se pelean en una guerra interna causándome estados de ánimo que ni yo misma recuerdo.

Mi amor, dejo esta carta a merced del viento, confiando en que sean los dioses lo que te la hagan llegar a tu puerta.
Ahora yo, aquella con el corazón muerto, descansaré en paz en mi tumba marina.
Recuerda siempre, el nombre de aquella que te amó de verdad pues mi alma, encarcelada en el océano, susurrará tu nombre cada vez que las olas quieran salirse del mar.

Siempre mía.
Siempre tuya.
Siempre nuestro.

Aeternus Amor.
-M-

miércoles, 23 de marzo de 2011

Día 3

Musa

Su cuerpo yacía sobre un lecho de hojas empapadas por el rocío de la noche. Las gotas perlaban su piel blanca iluminada por la luna en aquel claro del bosque.

Sus ojos observaba las estrellas, brillantes, como pequeñas linternas, como pequeños ojos en la oscuridad. Su pelo cubría sus hombros; sus manos jugueteaban entre la hierba mojada, lo que le producía pequeños escalofríos.
Su corazón latía despacio, tan despacio que si respiración apenas era palpable. Mas no existía mujer más feliz que aquella dama de hielo. Una dama que era la envidia de las demás. Pero no se sentía así, se sentía como algo diferente, distinto, un ser quería pasar desapercibido y sentirse una más.
Su belleza la hacía sentirse cada día más pequeña y huyó. Huyó de toda la sociedad maldita y se adentró en aquel bosque. Se deshizo de las ropas sobre aquel frío suelo. Desnudó su alma al igual que su cuerpo y la dejó al descubierto.

El mundo perdió una belleza y la naturaleza recuperó una de sus musas. Una musa a la que su cuerpo la perdió en el mundo de los hombres y que pintó su cuerpo con bellas frases sabias que llamaban al deseo de poseer su cuerpo. Al deseo de escribir miles de relato sobre su piel.

Una musa que pocos pueden descubrir...

jueves, 17 de marzo de 2011

Día 2

Hablemos del amor.
¿Qué sentís cuando pensáis en el amor? ¿Qué imagináis? ¿Qué os duele cuando lo recordáis?
Yo pienso en el amor en sí, no es una persona, sino en el sentimiento de estar enamorado, en el sentimiento de sentirse especial, de sentirse querida...ah...los sentimientos ¿qué haríamos sin ellos? Morir, supongo.

Yo no puedo vivir sin amor, es más, me cuesta vivir sin él. Yo no sé vivir sin amor simplemente me acostumbro a vivir sin él. Me levanto cada mañana, abro la persiana, me estiro y suspiro. Suspiro porque mañana tras mañana me despierto sola en mi cama, me despierto con ganas de llorar. De llorar porque mi corazón se levanta solo, se despierta en soledad e intenta buscar una razón para existir. Tengo muchas, tengo una mejor amiga a la que quiero por encima de muchas cosas y por la que daría muchas otras, pero como ya he hablado con ella muchas veces, aunque me inunde de cariño nunca podrá darme ése tipo de cariño que yo deseo, las caricias a escondidas, los besos a oscuras, las miradas furtivas...
Yo quiero eso, quiero mi amor, quiero mi momento! Quiero tener a esa persona especial que me llame en mitad de la noche para que sepa que ha soñado conmigo o porque ha tenido una pesadilla, quiero jugar al juego del amor, al juego de las miradas y buscarla entre la gente. Quiero tontear, quiero mandarme indirectas y susurrarle lo mucho que me gusta cuando nadie me vea.
Sí, me hago la valiente, quiero volver a enamorarme.
Quiero dejarle notas por toda la casa, quiero pintarle mensajes en el vaho del espejo del baño. Quiero copiar la idea de llenarle el coche con post-its diciéndole lo mucho que la quiero. Quiero escribir mil textos aprovechando mi felicidad, su felicidad, nuestra felicidad.

Los románticos siempre buscaron el amor y vivieron el enamoramiento como algo único y especial. Quiero vivir eso, quiero que sea correspondido y corresponderla con todo el cariño que llevo dentro de mi ser.

Te estoy buscando preciosa princesa, te estoy buscando a cada segundo y cada segundo, es un segundo que pierdo de mi vida, pero me da igual porque sé que cuando te encuentre, me devolverás todo aquello que perdí estando sin ti. Mi niña, el día que tus labios se crucen con los míos, juro que jamás volveré a besar otros labios que no sean los tuyos, que no volveré a disfrutar de otra piel que no sea la tuya. Mi amor, juro que el día que te tenga delante serás desde ese día y por siempre, la razón por la que existo y la razón por la que viviré.
Oh Amor, vuelve a mí, crúzate en mi camino y desmuéstrame que el amor existe de verdad y es posible enamorarse dos veces. Haz que mi próximo amor sea verdadero y que aleje la soledad de mi alma.


"El amor y el deseo son las alas del espíritu de las grandes hazañas" Johann Wolfgang Goethe.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Día 1

Abro aquí mi corazón al mundo. Un mundo que no para ni un segundo para intentar ver a los demás. Un mundo que no nos deja ver más allá, que nos obliga a congeniar con el resto de la humanidad y no nos deja vernos ni conocernos a nosotros mismos.

He buscado dentro de mí pero no puedo, la sociedad ha cohibido mi interior conmigo misma y no puedo dejar de pensar en los demás ¿qué han hecho de mí? ¿Qué han conseguido anulando mi interior? Nada...nada porque pienso luchar contra ellos, pienso luchar contra aquello que se me ha ido estableciendo desde que tengo memoria. Maldita sociedad volcada en el resto del mundo para no tener que mirarnos los defectos.
Somos personas humanas con o sin defectos, personas que se equivocan, personas casi perfectas. Miraros dentro de vosotros y decidme ¿qué véis? Comprenderos a vosotros mismos y comprenderéis a los demás, pero sobre todo no huyáis pues será enriquecedor veros cómo sois de verdad. ¿Sinceros, mentirosos, valientes, cobardes? ¿Cómo os ve la sociedad? ¿Cómo sois de verdad?

Yo os voy a decir cómo soy. Me da miedo aquello que no conozco, pero lo hago. Huyo de lo que no me gusta y cuando me alcanza, me acaba gustando. Escribo porque no me atrevo a hablar a la cara, porque no tengo tiempo de pensar lo que quiero decir cuando hablo a la cara y no me gusta pensar la frase adecuada cuando ya no tiene sentido decirla. Soy divertida, algo extrovertida, triste a veces, alegre muchas otras, pero muchos días es simple apariencia. Busco la felicidad de los demás porque me da miedo buscar la mía propia. Disfruto de la felicidad de los otros como mía, para no enfrentarme a los problemas que ello me puede conllevar. Estoy aprendiendo a ser romántica, pues los románticos no tienen miedo de las consecuencias aunque dejen su vida en ello. Yo quiero hacer eso, quiero conseguir enfrentarme al mundo sin importarme si caigo o si no. Si me enamoro quiero decirlo, sea recíproco o no. Si tengo que luchar contra el poder lo haré aunque muera entre sus manos. ¿Qué puedo perder? Más bien...¿qué puedo ganar?

Bienvenidos a la aventura de un nuevo cambio en mi vida. Bienvenidos al cambio de mi existencia.


"El mundo es un absurdo animado que rueda en el vacío para asombro de sus habitantes" Gustavo Adolfo Bécquer.